Reporte

 The follower Factory

The New York Times

Nicholas Confessore, Gabriel J.X. Dance, Richard Harris and Mark Hansen

El texto es una investigación que fue realizada por reporteros de The NY times, el 27 de enero del 2018, debido a que muchas compañias y personas estaban dedicadas a robar la identidad de personas, así como crear, comprar y/o vender cuentas falsas o con identidades robadas, por la simple razón de hacer "crecer" las marcas o las cuentas de dichos "influencers", así que la investigación toca este tema explicando todo paso a paso, incluyendo entrevistas con algunas personas que accedieron y con datos.


Para entender todo esto debemos hablar de Devumi, esta es una "empresa" dedicada a la venta de bots o seguidores, de cuentas falsas y algunas cuentas no tan falsas, ¿a qué me refiero con eso? y es que algunas cuentas contienen fotos y datos de personas reales de todo tipo, hasta menores de edad, ellos se dedican a vender estas cuentas a personas sin importar a lo que se dediquen, el campo es amplio, en su lista de clientes hay celebridades del tallaje como Kim Kardashian, deportistas, pastores, clientes extranjeros, etc. La cabeza de todo esto es German Calas

Según la investigación de NYT, Devumi vende seguidores de Twitter, así como también retuits, usan un conjunto de al menos 3.5 millones de cuentas automáticas (esas cuentas han sido vendidas en varias ocasiones), han llegado a proporcionar a sus clientes más de 200 millones de seguidores en Twitter, de todas las cuentas que Devumi tiene, como mencioné anteriormente, al menos 55 mil de esas cuentas usan datos de personas reales, mostrando un patrón de robo de identidad social.

Aunque no solo Devumi, crea cuentas falsas, actualmente los empresarios, los delincuentes y hasta los gobiernos crean este tipo de cuentas, debido a que es un tipo de influencia en internet, que puede llegar a generar ingresos, popularidad y nuevos puestos importantes. Ayudan a influenciar en las audiencias, por lo que son parte de la publicidad, ayudan a los políticos a aparentar ser el más popular o el más querido, ayudan a las empresas a posicionarse en el mercado digital o a arruinar la reputación de la competencia.

Para entender mejor el negocio de Devumi, el NYT contrató los servicios de dicha empresa a través de cuenta de prueba en Twitter, creada en abril de 2017. El NYT pagó a la compañía 225 dólares por 25 mil seguidores, alrededor de un centavo de dólar por cada uno. La investigación del NYT relata que los primeros 10 mil seguidores si parecían ser personas reales. Tenían fotografías y nombres completos, la ciudad en la que se encontraban y biografías que parecían ser auténticas, pero, por otro lado, los siguientes 15 mil eran más extraños, no se veían reales, ya que estos no tenían fotos de perfil y en el lugar del nombre tenían una mezcla de letras, números y fragmentos de palabras raros.

El fundador de Devumi, German Calas, este negó que su compañía vendiera seguidores falsos y dijo que no sabía nada sobre las identidades sociales que se habían robado, y aparte se negó a darle una entrevista al NYT.

La lectura es interensate e importante, ya que el caso de Devumi pone al descubierto una parte del funcionamiento del mercado global de fraude de las redes sociales, un tema del se escuchaban rumores, sin embargo, nunca se había encontrado información veridica, hasta ese momento (2018).

No te vayas sin antes reflexionar...🤔🌟

1. ¿En tus redes sociales hay personas que tengan como seguidores a cuentas que parecen ser fake?

2. ¿Alguna vez pensaste en crear perfiles falsos para ser más popular?

3. ¿Amigos o personas cercanas te han pedido que reportes alguna perfil en X red social porque está usando sus fotografías? ¿Sí tu respuestas es si, han sido varias veces?   




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